La auditoría previa al relevo generacional

A todas las empresas familiares les llega el momento de plantear un relevo en dirección y propiedad. Sea de forma planificada (donación, venta) o de forma repentina (herencia), aquellos que reciben la empresa se pueden encontrar en una situación complicada por los cambios que genera esta situación. Si además se encuentran una empresa con gestión desordenada, mal financiada, problemas de solvencia, desequilibrio financiero, confusión patrimonial, problemas laborales, pago excesivo de impuestos por no haber hecho una correcta panificación, etc. el caos está servido. Por eso, en un momento en el que no existe la urgencia de un relieve repentino, es el momento de realizar una auditoría en todos los ámbitos de la empresa y resolver todos los posibles problemas que podrían surgir posteriormente.

La auditoría descubre no sólo las posibles contingencias fiscales o laborales (problemas que podrían comportar costes, sanciones, etc.) sino que puede plantear soluciones para disminuir riesgos y costes fiscales o incrementar la rentabilidad o estructurar la empresa de forma que sea más eficiente .

La auditoría previa a un relevo generacional da tranquilidad tanto a la generación anterior como a la que ahora se hará cargo de la empresa. Los cedentes saben que están dejando una empresa ordenada, limpia, bien financiada y estructurada. Quienes la reciben, tienen la ventaja de que la auditoría les permite conocer la empresa hasta el último dato en cualquiera de los ámbitos y pueden estar tranquilos en cuanto a posibles contingencias.

Los ámbitos que se estudian en una auditoría previa a un relevo generacional son la parte financiera (contabilidad y financiación), tributaria, laboral, mercantil y organizativa.

Se trata de una auditoría voluntaria en la que ambas generaciones, cedente y receptora pueden pactar las condiciones del relevo, sea para asegurar el mantenimiento de un nivel económico por la parte cedente, para el establecimiento de un proceso de acompañamiento , por una mejora de las condiciones económicas de los receptores, por realizar cambios en la estructura de la empresa, etc.

El proceso de auditoría interna previa al relevo puede durar entre uno y tres meses según las empresas y siempre comporta mejoras en diversos ámbitos de la empresa, incluso si finalmente se opta por la venta y no por el relevo generacional. En caso de venta, facilita la transmisión, incrementa el precio de forma significativa y da confianza al comprador.

En Ramió Consulting hacemos auditorías previas al relevo generacional, informado.

 

 

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